Clase del Arcoíris – Infantil 2 Años (Tutora: Carolina; DJ extra: Sonia)

La década de los ’80 marcó una revolución sónica impulsada por la tecnología. La aparición de sintetizadores y cajas de ritmos a precios asequibles transformó radicalmente la producción musical, desplazando a las orquestas y guitarras en favor de texturas sintéticas y ritmos programados. Este cambio técnico engendró géneros como el Synth-Pop, el New Wave y el Electronic Dance, con bandas como Depeche Mode, Pet Shop Boys, New Order, Eurythmics, The Human League o Duran Duran liderando la ola. Además del sonido, la imagen se convirtió en un componente esencial con el lanzamiento de MTV (Music Television) en 1981, que elevó a artistas como Michael Jackson, Madonna y Prince a la categoría de superestrellas mundiales, donde el videoclip era tan importante como la canción.

Globalmente, la música se caracterizó por una fuerte fragmentación de géneros. Por un lado, el Pop se hizo más pulido y comercial, dominando las listas con producciones de alto presupuesto. Grupos como Wham!, Bananarama, A-ha, Spandau Ballet, Modern Talking, New Kids on the Block,… se hacían con los primeros puestos casi con cada nueva publicación, acompañada de su correspondiente y avispada campaña de marketing. Otras bandas de gran éxito, aunque con un sonido con más capas, cercano al Pop-Rock fueron Tears for Fears, Simple Minds, Simply Red, Deacon Blue, The Housemartins, Echo & The Bunnymen, The Bangles o INXS. No podemos olvidar que esta también fue una «década de solistas», con nombres como George Michael, Phil Collins, Elton John, David Bowie, Bruce Springsteen, Michael Bolton, Rick Astley, Mike Oldfield, Tina Turner, Bonnie Tyler, Cindy Lauper, Whitney Houston, Cher o Kylie Minogue.

Por otro lado, el Rock continuaba consagrando nombres que quedarían para la historia, tanto de bandas surgidas a finales de los ’70 y que explotaron años después como de las nacidas en décadas anteriores pero que continuaron acrecentando su legado con albums históricos. Bocas abiertas para recordar a: The Police, Dire Straits, Scorpions, The Rolling Stones, Queen, Pink Floyd, Status Quo, Aerosmith, Van Halen, Journey, AC/DC,… Al mismo tiempo, del Rock continuaron naciendo o consolidándose sub-estilos como el Glam Metal, Hair Metal o Heavy Metal, con bandas como Guns N’ Roses, Bon Jovi, Metallica, Iron Maiden, Def Leppard, Mötley Crüe o Europe, que llenaban estadios con un estilo épico y visualmente exagerado; o el Post-Punk y el Rock Alternativo, liderados por U2, R.E.M., Pixies, The Cure, The Smiths,… sentaron las bases del sonido Indie, estilo dominante en la siguiente década. Los ’80 establecieron la música como un campo de batalla estético, donde cada género definía una tribu y una identidad visual muy marcadas.

Y la otra gran explosión estilística de la década fue el desarrollo y consolidación de la música Rap y el Hip-Hop, que en los ’80 marcaron la transición del movimiento de una subcultura local del Bronx (en E.E.U.U.) a un fenómeno global, estableciendo la «Edad de Oro» del género. La década comenzó con el estilo old school, caracterizado por ritmos orientados a la fiesta y letras más sencillas, evolucionando rápidamente hacia un sonido más duro y minimalista, o integrando elementos del rock, el jazz o el blues. Nombres como Run-DMC, KRS-One, De La Soul, Salt-N-Pepa, Queen Latifah, LL Cool J, A Tribe Called Quest,… alcanzaron prestigio internacional y sembraron el campo de cultivo de un fenómeno que vino para quedarse (lo veremos en los ’90). A finales de la década, bandas como Public Enemy o Beastie Boys introdujeron letras con un fuerte contenido político y social, abordando temas de afrocentrismo y militancia. La experimentación fue clave, con un uso ecléctico del sampling, afianzando la diversidad y el impacto cultural que continuó en los años siguientes.

En España, la década de los 80 fue sinónimo de la Movida madrileña, un fenómeno cultural, artístico y social que surgió principalmente en Madrid tras la Transición. Más que un estilo musical unitario, fue un movimiento de libertad y desinhibición, una explosión de creatividad juvenil que rechazaba la moral y la estética del pasado franquista. Musicalmente, la Movida abrazó la estética del New Wave y el Punk británico, pero con letras en castellano que exploraban temas de vida nocturna, experimentación y ruptura social. Bandas icónicas como Radio Futura, Alaska y Dinarama, Nacha Pop, Mecano, Los Secretos, Tequila, Loquillo y Los Trogloditas, Golpes Bajos, Duncan Dhu, Gabinete Caligari,… fueron quizá los más destacados de la época. Otros nombres que alcanzaron gran fama en la década fueron La Unión, La Guardia, Danza Invisible, Presuntos Implicados, Olé Olé, Hombres G,… que se convirtieron en los referentes de este despertar, simbolizando la modernidad y la entrada definitiva de España en las corrientes culturales europeas. Y al mismo tiempo, cantautores de estilos eclécticos como Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos, Javier Krahe, Víctor Manuel, Luis Eduardo Aute, Tino Casal o Rosendo definieron con sus letras la España de la época.

El legado de la música ochentera es, por lo tanto, dual: la década consolidó la industria musical moderna basada en la globalización, la producción digital y el poder del marketing visual. Al mismo tiempo, demostró ser un laboratorio de géneros, donde la electrónica se infiltró en casi todos los estilos. Y la Movida, en particular, dejó una huella indeleble en la cultura española, sirviendo de banda sonora a una generación que celebraba la libertad recién conquistada y marcando un antes y un después en la forma de entender la música popular en el país.